Al menos 3 veces al año, realiza un lavado de mantenimiento a máxima temperatura, con el tambor vacío y detergente. Esto te ayudará a mantener la lavadora y las cañerías limpias y así evitar la acumulación de suciedad, grasa y sarro.
No sobrecargues la lavadora, el lavado podría ser deficiente, y dañar tu ropa e incluso la máquina. Las prendas al interior no deben estar apretadas y la carga debe ser muy inferior en los ciclos de lavado rápido/económico.
Ojo con el uso del suavizante, solo debes echarlo en el último enjuague, porque si éste y el detergente se mezclan, se forma un residuo que no se disuelve y se acumula en la lavadora en forma de depósitos blancos/grises, sobre todo en el tambor de las máquinas de carga superior.